domingo, 28 de octubre de 2012

Suricato

 Suricato (Suricata suricatta).


El compromiso firme y disciplinado en la vigilancia del territorio y en la defensa contra los depredadores, hasta el punto de que los adultos defienden con su cuerpo a los jóvenes, hace que el resto de individuos de la colonia de suricatos (Suricata suricatta) pueda concentrarse en la búsqueda de alimento. Por turnos, unos y otros observan la llanura y los cielos, oteando y avisando en caso de avistar un chacal, una cobra o un águila marcial. Curiosamente, soy transparente para ellos en esta tarea tan importante.


En un terreno con tan pocas posibilidades de esconderse, el hecho de que muchos ojos estén vigilantes adquiere un grado de importancia superlativo, dando lugar a la diferencia entre vivir o morir. Diferentes señales de alarma dependiendo del tipo de peligro, desde el aire, por tierra, para huir o para hacer frente común y responder a la amenaza, componen el repertorio de respuestas de una sociedad unida por fuertes lazos.







Garras enormes para su tamaño y un hocico permanentemente manchado de tierra son la firma de estos pequeños gourmets del Kalahari. Una incesante búsqueda, combinada con una exquisita técnica de excavación, y aderezado con el penetrante aroma de un pequeño animal, es la receta para una deliciosa comida rápida en la más selecta planicie de nuestro restaurante africano. No olviden hacer su reserva.










Cualquier movimiento es percibido, cualquier sombra, escrutada... Las aves rapaces son uno de los peligros más serios a los que se enfrenta esta pequeña especie. Silenciosas en su rápida y letal aproximación, ni el olfato ni el oído pueden hacer mucho para delatar su presencia. Sólo los persistentes ojos de los vigías avisarán del peligro que viene del cielo.






































No hay comentarios:

Publicar un comentario